Parece lejano. De hecho está a cientos de kilómetros de la civilización –sudaca- que algunos se enorgullecen en mostrar como signo de avance. Con un desprecio e indiferencia que raya en la indignidad, la dirigencia y parte de la población se hunden en la vorágine consumista de fin de año.
Además de todo lo que está significando la Huelga de los comuneros mapuche, el Estado ha seguido adelante las obras que denunciamos hace poco más de un mes, como un atentado fragrante a la identidad de un grupo humano distintivo en el territorio de Chile, la llamada Ruta Lafkenche – Carretera Costa. Se han presentado algunas acciones judiciales, en el marco de los esfuerzos de diversa naturaleza que se realizan para apoyar el conflicto, que intentan provocar un reconocimiento del Derecho de mayor jerarquía histórica y ética con la que cuentan las comunidades. Desde un principio se concibió este esfuerzo como una manera de desplegar todas la formas de apoderamiento del conflicto, no dejando ningún espacio, aunque fuera a manera de reconocer la infamia del Poder oficial. Y las expectativas han sido superadas por los acontecimientos.
1. En el marco del Recurso de Protección presentado hace un mes en la Corte de Apelaciones de Temuco, en dos oportunidades se ha negado la Orden de no innovar –prerrogativa con la cuenta el tribunal que ordena la detención del agravio a fin de permitir la discusión del fondo de la acción. Iniciada la obra, como es el caso ¿se podrá revertir el daño que se cause?
2. Se pidió un informe a CONADI, organismo del Estado que en su fundamento está la “protección, fomento y desarrollo de los indígenas”, y que en lo sustancial debía responder a la solicitud del Recurso informando sobre la ilegalidad de la expropiación de los terrenos, realizadas por el MOP. Se pedía un pronunciamiento sobre el carácter protegido de la zona por donde pasaría la proyectada obra. La contestación no dejó dudas, pues fue un alegato arrogante y formal, sin siquiera recordar las exigencias de permuta en caso de gravamen de tierras indígenas, con sustento en la obviedad del conflicto legal sin hacer comentario del conflicto jurídico, esto es la negación de Derechos ancestrales, negación de necesidades humanas fundamentales.
3. En este escenario se consolida la inutilidad de la Ley Indígena como herramienta de protección y promoción de la comunidades originarias, desconociendo el mandato de “proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación”. CONADI nuevamente colabora disciplinadamente como órgano de gobierno en la nueva colonización de los territorios y tierras indígenas que se abalanza a través de los mega proyectos: Será territorio indígena si es que no altera el concepto de “utilidad pública” o “interés público”, y tendrá ese carácter toda iniciativa definida antojadizamente por la autoridad, es el principio que dejó sentado el referido informe.
A modo de muestra se destaca del texto de CONADI:
“La Ley 19.253, llamada indígena, en su artículo 13 dispone que las tierras indígenas, por exigirlo el interés nacional, gozarán de protección y no podrán ser enajenadas, embargadas, gravadas, ni adquiridas por prescripción, salvo entre comunidades o personas indígenas de una misma etnia.
Sin embargo, esta protección que la mencionada ley confiere a las tierras indígenas no impide que ellas puedan ser expropiadas por causa de utilidad pública o interés nacional, en conformidad a lo dispuesto por el artículo 19 Nº 24 de la Constitución Política.
Por lo antes expuesto, a juicio de ésta Corporación, no corresponde calificar de ilegal una expropiación por el solo hecho de versar ella sobre tierras indígenas.
La legalidad o ilegalidad del acto expropiatorio debiera ser analizada según las normas que rigen la materia y en particular según lo dispuesto por el art. 19 Nº 24 de la Constitución antes citada” (la negrita es nuestra)
Es ahora que se hace necesaria la difusión de los conflictos que reducen los territorios en que se reproduce la vida de los pueblos indígenas y acorralan la diversidad étnica, cultural y ambiental de Chile.
Comentarios
Nación se puede definir como agrupación de personas unidas por intereses comunes: Religión, Cultura, Idioma, etc.
El Estado tiene como deber procurar, resguardar que todo el pueblo se sienta cómodo, satisfecho, protegido.
Los Mapuches son una nación diferente y tienen los mismos derechos, sueños, y anhelos que el otro 90%.
¡No podemos permitir más abusos! La izquierda (concertación) de este país ya no es lo que era antes, se ha transformado proclive capitalista, burgueses, aristócratas. No se dan cuenta que una de las cosas más valiosas de nuestra patria es la cultura Mapuche. Cultura que fue la única en resistir la invasión española, la única que mantuvo su territorio a punta de boleadoras y estrategias de combate dentro de toda América. No podemos llegar y destruir todo ese patrimonio histórico que les pertenece. La asquerosa globalización -que sin embargo me permite expresarme- no es una justificación para pasar a llevar de esa forma.
Ojalá abran los ojos, dejen de pensar en el dinero, en tener, en "prosperar". Y abran los ojos del corazón, del alma y nazca un mundo nuevo.