UNO. Verdad (Según la RAE Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.). Cuando nos referíamos a esta calidad de los fenómenos –lo recojo de las cosas que incorporó Pablo Silva a nuestra herramientas de conceptos- distinguíamos dos estados, metafóricamente hablando. Verdad con mayúscula, esa certeza que se consolida desde el saber absoluto, en un relato global que permite explicar muchos estados de cosas, una respuesta. Verdad con minúscula, aquella aseveración que permite conducir al sujeto constructor de conocimiento en un continuo proceso de aproximaciones, de manera colectiva se acerca a un consenso.
De lo que se trata es de distinguir a los que hacen esfuerzos por montar verdades desde la inconsistencia epistemológica, desde el positivismo a ultranza, desde la dominación del poder, desde el dogma prepotente, desde la violencia impositiva.
DOS. La contradicción puede ser entender el respeto ético que implica aceptar que el otro puede tener parte de la verdad y consentir un constructo con una verdad con mayúscula como es el relato que moviliza el accionar –nos referimos, por ejemplo, al estructuralismo, o el marxismo, u otra estructura que exija acciones desde su relato paradigmático. Humildad, primero que nada. Luego disciplina para buscar los caminos que permitan allegar a respuestas que sirvan a la construcción colectiva. Y luego praxis.
TRES. Dejamos pendiente con Pablo Silva Morvan una gran discusión sobre las distintas maneras de desplegar el fenómeno Proceso. En realidad él escribía un libro sobre la epistemología del Proceso. Leía mucho y avanzaba cuanto su rigurosa manera le permitía. Esa obra requiere ser continuada, pero en nuestro instrumental es aún limitado para avocarme con seriedad a tal acometido. En estos apuntes intentaremos situar algunas de las cuestiones que tienen que ver con las características diversas que tiene este sistema de herramientas que Pablo Silva Morvan desarrollo y lego definitivamente para que sea utilizado por todos los que lo requieran.
De lo que se trata es de distinguir a los que hacen esfuerzos por montar verdades desde la inconsistencia epistemológica, desde el positivismo a ultranza, desde la dominación del poder, desde el dogma prepotente, desde la violencia impositiva.
DOS. La contradicción puede ser entender el respeto ético que implica aceptar que el otro puede tener parte de la verdad y consentir un constructo con una verdad con mayúscula como es el relato que moviliza el accionar –nos referimos, por ejemplo, al estructuralismo, o el marxismo, u otra estructura que exija acciones desde su relato paradigmático. Humildad, primero que nada. Luego disciplina para buscar los caminos que permitan allegar a respuestas que sirvan a la construcción colectiva. Y luego praxis.
TRES. Dejamos pendiente con Pablo Silva Morvan una gran discusión sobre las distintas maneras de desplegar el fenómeno Proceso. En realidad él escribía un libro sobre la epistemología del Proceso. Leía mucho y avanzaba cuanto su rigurosa manera le permitía. Esa obra requiere ser continuada, pero en nuestro instrumental es aún limitado para avocarme con seriedad a tal acometido. En estos apuntes intentaremos situar algunas de las cuestiones que tienen que ver con las características diversas que tiene este sistema de herramientas que Pablo Silva Morvan desarrollo y lego definitivamente para que sea utilizado por todos los que lo requieran.
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